Introducción
En una era tan antigua que no existen registros escritos, los humanos lideraron una revuelta junto a otras razas, conocidas globalmente Razas Menores, contra sus padres creadores las Razas Mayores, los Anifil y los Drakae, que fueron derrotados. Las Razas Menores se liberaron del yugo de sus padres, matándolos en el proceso. Posteriormente los humanos demostraron ser un peligro aún mayor, y recibieron después un tratamiento similar al que ellos lideraron, aunque se habían extendido demasiado como para ser completamente aniquilados. Sobrevivieron en comunidades nómadas, viviendo constantemente de viaje y buscando un nuevo lugar en el que asentarse y alimentar a su población, para iniciar de nuevo su viaje una vez que han sido descubiertos. Ahora, cientos de años después, los humanos viven en poblados ocultos y son cazados como animales por los Alven en las llanuras, una raza de individuos altos y esbeltos, de vista aguda y movimientos gráciles; tratados como bestias esclavas por los Akhtar, humanoides de bajo tamaño pero portentoso físico, que habitan en el interior de las montañas y practican la piratería fluvial para nutrir sus ciudades de esclavos; y finalmente el Imperio Laamte, cuna de la civilización y el conocimiento, y cuyos individuos son físicamente superiores a los humanos en todos los sentidos, tiene un especial celo en que nunca entren en sus fronteras. Sólo los Ugon, una civilización fragmentada y diseminada en ciudades estado, no es abiertamente agresiva contra los humanos, un pobre consuelo ya que pese a ser muy inteligentes, no son una amenaza ni militar ni individualmente. Sin embargo, tras cientos de años en los que el mundo ha alcanzado cierta estabilidad, algo parece a punto de suceder: los shamanes Alven han percibido un cambio en el mundo a través de su comunión con los espíritus, los astrólogos Laamte perciben un cambio en sus estudios astrológicos, y las matriarcas Akhtar sienten perturbaciones en las líneas de poder de la tierra. Los humanos, mientras tanto, huyen de estas razas que les persiguen con todos sus medios físicos y sobrenaturales, ya sean cambiapieles Alven, los poderosos guerreros Akhtar equipados con armas talismánicas, o los alquimistas Laamte. Los Ugon, mientras tanto, siempre neutrales, comercian con cualquiera que tiene mercancías de valor y atesoran riquezas sin objetivo conocido. El momento del cambio ha llegado, un nuevo ciclo está por llegar. Corren extraños rumores por el mundo: algunas criaturas que se consideraban un mito han sido vistas en diferentes lugares; los muertos se alzan en lugares de gran poder y algunas prácticas místicas están alcanzado niveles de poder que nunca se hubieran imaginado. Sin embargo, nadie es capaz de identificar qué está cambiando. Muchos menos cuando. Pero cada día que pasa, parece más espeluznante.
Legado de Sangre es una ambientación de carácter medieval fantástico inspirada en un desarrollo realizado hace años por el autor, Alejandro Ángel Rodríguez Simón (a.k.a. Rol Hypnos), junto a sus dos compañeros de universidad Javier Fernández Oca y Daniel Impuesto, aunque modificado posteriormente por el autor.
En esta ambientación se trata de dar un giro de tuerca a los arquetipos e ideas preconcebidas sobre las razas de fantasía y huir del antropocentrismo habitual que encumbra al ser humano. Al contrario, en Legado de Sangre el ser humano es perseguido y su civilización se sitúa a la cola de las existente.
La Cacería presenta a un grupo de personajes que han recibido el gran honor de ser vigilantes en una Cacería, un evento en el que un asentamiento humano que temporalmente se ha establecido en un lugar busca hacerse con una buena cantidad de víveres para garantizar su sustento una vez reanude el nomadismo
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